Queridísima Señora
Hoy es el primer día que voy a vivir después de haber estado contigo, después de conocer tus sensibles profundidades, de haber sentido tu olor de cerca, de haber sabido de tu infancia, protegida en la casita del campo, de haber conocido a tus hermanas a través tuyo… tus tetitas hermosas. Hoy es un día después de la sensación de que jamás te guardarás un secreto que te pregunte; porque francamente ayer únicamente eras tú. Sólo eras tú. A tu alrededor toda la vida era un mero trámite. Siempre estaba esperando a tu mirada disimulada, a poder contar algo que te hiciera reír… u oírte decir lo que tuvieras que decirme.
Al otro día_Hoy fue la primera vez que he soñado contigo. ¿Qué complicadas madejas nos estará tejiendo el destino en nuestro día a día? No he parado de pensar en ti ni un solo instante, y cuando salgo a la calle te veo igual que a una mariposa aleteando frágilmente sobre los tupidos rosedales de Salamanca. Ya no tendré minutos libres: todas mis soledades la utilizaré para recrearme en los intensos recuerdos de tu cara.
Y así fue: hoy ya es 27 de enero. Me paso toda la noche desierto pensando en ti: en cómo será la próxima vez que nos veamos. Cuándo podré invitarte un café, cuándo te podré dar el primer beso. ¿He de preocuparme por si ya quieres a alguien? Hoy no saldré, las ateridas calles, caminos y callejuelas de la Ciudad tormesina me hacen desconfiar de una posible angina. Y ya llevo unos días haciendo 10 ó 20 kilómetros cada vez. Ahora que sé en dónde vives, me voy los domingos hasta Miranda de Azán, para ver si Dios confabula un milagro a favor mío… y entonces te doy una sorpresa, mientras vas caminando con tu Jara. El domingo pasado creí verte dos veces; una en el Puente Romano, y la otra en una mujer que paseaba un labrador. Estoy muy emocionado cada vez que te veo. Cuando termino de hablar contigo, es como si levitara por donde ando. ¿Sabes por qué continúo sin palabras para decirte lo que siento? Porque es naturaleza del alma misma el no poder conceptualizar la manera en la cual procede el amor que llega.
Pasaré cuatro días con miedo a que mi nota te haya hecho decidir que ya no puedes estar cerca de mí. Si tú estás me animo a todo. Pero temo haberte perdido por mostrarte mi amor demasiado pronto. Sentí que te perdía y se rompió el Mundo. ¿Con quién te irás de viaje? Ya sabía que tenías un hijo: me lo había presentado un comentario perdido. Me pareció que ese hijo pronto volará. Y que temes a la soledad. Amén de mis temores, mi bien, te comento que una constelación de luminosidades confabula una danza intermitente, flotando en la noche límpida. Te amaré en cada segundo que te piense… y aguardaré ansioso las hermosas noticias de tu regreso.
A la mañana siguente_Una capa de sutil neblina nocturna impregna el aura de todos los sustantivos que moran y se procrean en la alumbrada plaza de la Chinchibarra. Hoy te espié por la ventana, cuando regresé a casa luego de haberte visto. Creo que leías algo. Y pensé cómo te habrá caído esa primera carta. Cada una de sus líneas era una forma diferente de declararte mi amor. pero no te vi muy segura de quererme. En dos oportunidades se agotaron los temas y no pareciste con muchas ganas de seguir conversando. Pero me ha encantado tu abrazo.
29 de enero, 8.20 am
A la mañana siguente_Una capa de sutil neblina nocturna impregna el aura de todos los sustantivos que moran y se procrean en la alumbrada plaza de la Chinchibarra. Hoy te espié por la ventana, cuando regresé a casa luego de haberte visto. Creo que leías algo. Y pensé cómo te habrá caído esa primera carta. Cada una de sus líneas era una forma diferente de declararte mi amor. pero no te vi muy segura de quererme. En dos oportunidades se agotaron los temas y no pareciste con muchas ganas de seguir conversando. Pero me ha encantado tu abrazo.
29 de enero, 8.20 am
"Cuando te vi con él
Sentí que mi futuro se derrumbaba "
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